El rosario de Amozoc
Publicado: febrero 25, 2009 Archivado en: Mexicanismos 12 comentariosPor Arturo Ortega Morán
Suele suceder que en algunos eventos, por circunstancias no siempre explicables, en las personas se despierta ese instinto primitivo que induce a la violencia, y, lo que era oportunidad de convivencia fraternal, termina en gran trifulca. Cuando esto sucede, en México, solemos decir que “aquello” acabó …como el rosario de Amozoc. Amozoc, es un municipio del estado de Puebla, nombre náhuatl que significa: “donde no hay lodo”. Ahí, buscando el origen de la expresión, recogí un relato en el que la historia se mezcla con la imaginación popular, dando lugar a una deliciosa leyenda que vale la pena conocer. Así dicen que sucedió:
ACABO COMO EL ROSARIO DE AMOZOC
Durante el Virreinato, los artesanos se agrupaban en gremios que protegían sus intereses comunes y les daban personalidad social. Entre las obligaciones de los gremios, estaba el costear las festividades del Santo patrono y tomar a su cargo uno de los días preparatorios de la fiesta principal de la localidad. Pues bien, se dice que surgió el desacuerdo entre el gremio de plateros de Amozoc; la discordia escindió al gremio en dos bandos fieramente antagónicos, y cada uno hacía sus fiestas, mientras que el otro no osaba ni asomarse. Es de anotar que la manceba del jefe de uno de los dos grupos en pugna, era una hermosa joven apodada «La Culata». Tras largas pláticas, en presencia de las autoridades civiles y religiosas, ambos bandos acordaron unirse para celebrar las festividades de la población.
Pero, durante el canto de la letanía que sigue al rosario, cuando el coro cantó “Mater Immaculata”, en latín, algunos creyeron oír “Maten a la Culata”. Entonces, sin más, ambos bandos se lanzaron a la refriega empuñando cuchillos, puñales y machetes, armándose un mitote donde hubo muertos, heridos y golpeados. Desde entonces, cada vez que una fiesta o reunión termina a chingadazos, se dice que acabó como el rosario de Amozoc.
COINCIDENCIAS TAN EXTRAÑAS DE LA VIDA
En España, nada se sabe del “rosario de Amozoc”. Pero, cuando una reunión termina en gran trifulca, allá se dice: «acabó como el rosario de la aurora«, y a veces añaden “…a farolazos”. Las calles de los antiguos pueblos españoles, solían iluminarse por la madrugada, con los faroles de las procesiones que entonaban cantos religiosos, para luego terminar rezando el rosario con gran devoción. Les llamaban: “rosarios de la aurora”. Se cuenta que, en Espera, pueblo gaditano, hubo un rosario de la aurora en el que los cofrades tuvieron un violento encuentro con unos muchachos que, a esas horas, terminaban la parranda. Alentados por su estado inconveniente, los irreverentes mozos lanzaron insultos a los fieles, acabando aquello en enconada riña. De esta anécdota, quedaría que los españoles también tuvieran su “rosario”, para referirse a las reuniones que terminan mal.
No cabe duda… si hasta rezando el rosario la violencia encuentra resquicios para hacerse presente, qué podemos esperar de los eventos deportivos, de las manifestaciones políticas y de tantas otras actividades en las que las emociones dominan al entendimiento.
es muy interesante
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mmm todabia no la leo jaja pero se be q esta ynteresante jaja xD
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Estachida
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Buenisimo !!!
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[…] Hay quien sitúa el hecho del rosario de la aurora en otros lugares (por ejemplo, en Madrid). Hasta en México tienen su particular rosario, que allí llaman de Amozoc: […]
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El relato es genial y a cambio demuestra. La ignorancia de los lugareños, no conocer el latín…
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bueno, si no conocer el latin, lo hace a uno ignorante, creo que la mayoria lo somos. puues es practicamente una lengua de las que llaman muertas.
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Latin? creo que ni siquiera en el Vaticano se habla el Latin,salvo para recitar el padre nuestro
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José Luis Delgadillo Contreras, apoyo a tu opinión (y)
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Pero que tonteria dicen….
Es de otra epoca en que el latin era mas conocido…
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[…] Hay quien sitúa el hecho del rosario de la aurora en otros lugares (por ejemplo, en Madrid). Hasta en México tienen su particular rosario, que allí llaman de Amozoc: […]
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Fántastico, lo he oido por casualidad en la maravillosa telenovela de 1993 «Corazón Salvaje» cuyos diálogos no «dan puntada sin hilo» y aquí encontré su significado. Gracias
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