Dos islas, dos palabras

Por Arturo Ortega Morán.

LESBOS

Safo, la décima musa

En los años dorados de la cultura griega, allá por el siglo VI a.C.; algo especial ocurrió en Lesbos, una isla en el mar Egeo. Ahí florecieron las artes y el pensamiento y entre los artistas de ese lugar y de ese tiempo, destacó Safo, una brillante mujer de la que como manantial brotaba la poesía.

Se cuenta que alrededor de ella, se reunían decenas de mujeres que ahí compartían sus historias de amor y desamor, convirtiéndolas, bajo la enseñanza de Safo, en dulces versos que disfrutaban intensamente.

En los himnos, odas y elegías que abundaron en la obra de Safo, hay homenajes a jóvenes que formaron parte de su séquito. Tan profunda fue la huella que esta mujer dejó en la cultura helénica, que después de su muerte, fueron acuñadas monedas con su efigie y doscientos años después, Platón se refirió a ella como la décima musa.

Todo iba muy bien en la historia para esta mujer, pero se apareció Anacreonte, un poeta griego que nació años después de la muerte de Safo. Se ve que a este cuate le encantaba el chisme ya que sin tapujos, se dedicó a proclamar que, por la ternura con que escribía sus versos, seguramente Safo había tenido relaciones amorosas con sus discípulas.

El chisme prosperó y con el tiempo esta fama se extendió a todas las mujeres de la isla de Lesbos y así lesbiana se convirtió en palabra para nombrar a las mujeres que tienen preferencia sexual por otras damas.

En verdad, no hay más indicio de la homosexualidad de Safo que el chisme de Anacreonte, y si fue o no fue cierto ¡qué más da!, total era su vida y sus circunstancias; lo grave fue que por este prejuicio, en el año 1071 la Iglesia Católica, ordenó que se quemara toda su obra que se encontraba en Roma y Constantinopla.

Así, tristemente, salvo un poema y algunos fragmentos; la obra de esta poetisa se ha perdido. No obstante, memoria de su historia se guarda en lesbiana, una palabra que nació de una isla, una historia y un chisme.

CRETA

Cretenses "agarrados de la greña"

Mestrio Plutarco, fue un historiador griego que vivió en los primeros años de la Era Cristiana. Muy fecunda fue su producción literaria y en Opera Moralia, una de sus obras, nos cuenta que los habitantes de Creta, importante isla en el mar Egeo, se agrupaban en diferentes pueblos que vivían “agarrados de la greña”. No obstante, estos cretenses tenían la virtud de que cuando un extraño enemigo osaba profanar con su planta el suelo de Creta, de inmediato guardaban sus rencillas para mejor ocasión y se unían en un gran ejército que casi siempre echaba en corrida al atrevido agresor. Cuando volvía la calma a la isla, se preguntaban ¿en qué nos quedamos?… ¡Ah sí!… Y se volvían a agarrar del chongo.

Hoy, con la palabra sincretismo nos referimos a esas manifestaciones que resultan del intento de conciliar dos sistemas de creencias. Así, hay sincretismos religiosos, como los matachines, esos danzantes que evocan a los dioses prehispánicos pero que vuelcan su devoción en los templos cristianos. También hay sincretismos políticos, como cuando un partido de derecha se une a uno de izquierda, aunque de ahí surja un ente grotesco.

En fin, no es mala idea redescubrir en la voz sincretismo, la virtud que le dio origen: En momentos de crisis, dejar de lado nuestras diferencias y unidos luchar contra esa amenaza común; ¡total!, ya que desaparezca, si así lo queremos, podremos seguir ´agarrados de la greña´.

Nota:

La historia que aquí se ha contado de sincretismo, es de muy antiguo y ha sido avalada por reconocidos etimólogos como J. Coromínes, desde luego que esto no garantiza que estemos ante la verdad absoluta. Por eso doy espacio a la diferente y autorizada opinión de Elena Cano, que ve más probable que el verdadero origen tiene que ver con el verbo griego συγκεράννυμι (sugkerannumi), que significa “mezclar, juntar, unir”.  Coincide Elena en que, en efecto,  el prefijo συν (syn) es el que da el matiz de unión y composición.  Pero cretismo procedería más bien de la raíz κερ– / κρ-(α)-  (ker, kra) que la encontramos también en κρατήρ (cratera) la hermosa vasija que usaban los griegos para mezclar el vino con agua, ( beberlo puro era costumbre de bárbaros), y en κράσις (crasis) que significa originalmente mezcla. De ser así, no sería la primera ni la última vez que caigamos ante el embrujo de una eMITOlogía. Gracias Elena.


8 comentarios on “Dos islas, dos palabras”

  1. Alexandra dice:

    Claro y preciso. Excelente!!!! Gracias

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  2. Carlos dice:

    Arturo, de acuerdo a lo que cuentas, «todos juntos», debemos repudiar la actitud de Anacreonte, muy propia de personas de estos tiempos, e imaginar, desde la sensibilidad de Lesbos, las cosas que ella hubiera escrito.

    Un abrazo «concreto». (tal palabra tendrá que ver también con Creta??)

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  3. […] Dos islas, dos palabras capsuladelengua.wordpress.com/2010/09/21/dos-islas-dos-pa…  por hmoneta hace 2 segundos […]

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  4. zamer dice:

    muy buen post!
    ahora todo hace sentido =)

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  5. Florencia dice:

    ¡Qué interesante! Además, me encanta su manera de redactar. Una vez más, ¡felicidades!

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  6. Ecano dice:

    Estimado Arturo.
    Como siempre, he disfrutado con su entrada de hoy. Sin embargo, me parece que la etimología de sincrretismo que aporta, suena más bien a una de esas que llamamos «etimologías populares» y que también aparecen en los textos antiguos. Son etimologías que provienen de emparentar erróneamente dos términos por el parecido fonológico y que suelen ser tan sugerentes como falsas.Para mí que el término tiene más que ver con el verbo griego συγκεράννυμι, que significa «mezclar» y «juntar, unir». Efectivamente el prefijo συν- es el que le da el matiz de unión y composición. La raíz κερ- / κρ-(α)- la encontramos también en κρατήρ (cratera) la hermosa vasija que usaban los griegos para mezclar el vino con agua, ( beberlo puro era costumbre de bárbaros), y en κράσις (crasis) que significa originalmente mezcla.
    Me alegra comprobar la cantidad de espacio que ocupan los griegos en su blog y lo acertadamente que presenta sus aportaciones a nuestra lengua y cultura. Un saludo.

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    • Arturo Ortega Morán dice:

      Primero he de aclarar a los lectores de Cápsulas de lengua, que Elena es una autoridad en lengua y cultura griega, así que su comentario es muy de tomarse en cuenta, tanto así que voy a modificar el texto para enriquecerlo con la aportación de nuestra amiga; y aprovechando Elena, quizá puedas también hablarnos sobre Safo, yo tomo la opinión de quienes afirman que en sus versos no hay evidencia de su homosexualidad o bisexualidad, pero no paso por alto que hay quienes aseguran que en sus versos se adivina un claro amor por alguna joven. ¿Crees que partiendo del análisis de los textos originales se pueda inferir algo? Un abrazo Elena y si siempre es un honor que nos vistes por aquí, más lo es cuando de ti aprendemos.

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  7. susana dice:

    Tardanza en contestar tan buen post. Bueno el tiempo es nuestro tirano!
    Leído con interés, mi mente vagaba por Lebos acompañando a las admiradoras de Safo , percibiendo como el susurro de una suave brisa este verso.
    “Se fue la Luna.
    Se pusieron las Pléyades.
    Es medianoche.
    Pasa el tiempo.
    Estoy sola”.

    Repudio a este crítico (o mejor chismoso como dice Arturo) despiadado, celoso, envidioso de una mujer poeta que vistió el corazón y el lugar donde vivía con sus versos de magia y hechizo.

    Gracias también por la detallada descripción del significado de sincretismo.

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