Como en feria
Publicado: octubre 16, 2012 Archivado en: Mundo hispanohablante 11 comentariosPor Arturo Ortega Morán
De la antigua palabra *dhés (digamos ´fes´), que encerraba conceptos religiosos; en latín se derivó la voz festus que eran los días y eventos dedicados a las deidades romanas. Al paso del tiempo, los festus se convirtieron en fiestas o festivales, y hoy somos tan fiesteros que para hacer fiestas, ya no necesitamos a los dioses.
De la misma palabra festum, en latín se dijo fesiatum y luego feriatum a los días de fiesta. Así descubrimos que, en su origen, una fiesta y una feria eran lo mismo. Pero pasan los años y cada palabra va tomando su propio derrotero. Era pues la feria, una fiesta de carácter religioso a la que asistían las muchedumbres y, bueno, esto era gran oportunidad para hacer negocio… ya sea vendiendo comida, artesanías, ropa, diversión y todo lo que se pudiera, aprovechando la gran cantidad de potenciales compradores. Pasó a ser así la feria, un evento masivo de diversión y compra-venta, en la que muchos ganaban y muchos perdían. Seguro que fueron estos últimos quienes acuñaron la frase ´me fue como en feria´, que en México decimos cuando salimos perdiendo hasta la camisa.
Con tantos antojos que hay en una feria, cuando vamos, procuramos llevar algo de dinero, por eso, cuando menos lo pensamos, en México al dinero para gastar en la feria simplemente le dijimos ´feria´. Por eso hoy, cuando nos piden prestado o nos ofrecen algo que no queremos comprar decimos ´no tengo feria´; o si pagamos con un billete grande, esperamos a que nos devuelvan la feria.
Hoy seguimos disfrutando de días feriados o les decimos también días festivos, como una reminiscencia de que ambas palabras tienen el mismo origen. Seguimos teniendo ferias ganaderas, ferias industriales, ferias tecnológicas y también ferias del libro.
Por cierto, cada vez hay más interés por las Ferias del Libro que se hacen en diferentes ciudades del país. Asistamos pues a la FERIA DEL LIBRO que nos quede más cerca, pero llévense una feria para que puedan comprar los libros que les gusten, no vayan a regresar a su casa frustrados diciendo: ´Me fue como en feria».
hola quisiera saber si vendrán a al feria del zócalo de la ciudad de México
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Rap sobre las cápsulas de Arturo Ortega Morán.
Bienvenida esta cápsula
de sapiencia, de cultura
que nos diga, nos informe,
nos instruya y transforme;
que sustituya la mental basura
que incrustada la deforme;
nuestro pensamiento forme
y diluya la laguna enorme
que tenemos de nuestro orbe…
Amén.
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No, pues con razón puede Usted hilvanar las palabras con esta elegancia y profundidad; es que Usted se apellida De La Cruz, igual que Sor Juana.
Me han gustado mucho sus rimas. Gracias, Eduardo.
Y gracias también a Arturo Ortega Morán por llevarnos a la raíz de nuestro idioma.
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Como siempre quedo encantada con las luces de información sobre dichos y palabras que repetimos sin ahondar en su origen o significado. Mi abuela, para referirse a alguien muy avaro o «agarrado» decía: «Ese o esa no le da agua ni al gallo de la pasión», Arturo, si es posible, le agradecería que en alguna oportunidad hiciera un comentario sobre esta frase.
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Saludos Raquel, y ya tomé nota para que, en cuanto se pueda, hablaremos de ese gallito de la pasión…
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Hoy aprendi algo nuevo..
Que padre!
JVG
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Arturo, es curioso también que la antigua raíz indoeuropea «dhes-» dio lugar, en griego, a «theos» (http://www.etymonline.com/index.php?term=Thea) de lo que se deduce que, en el fondo, la teología, teogonía, teocracia, los Teodoros y Doroteos, … están relacionados con las fiestas y las ferias.
Ojo, que nadie ponga «teoría» en esta lista. Creo que proviene de otra raíz.
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Sienpre aprendo. Me gusta….
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Ayer compré su libro Cápsulas de lengua en la Feria del Libro de Monterrey, donde tuve el gusto de conocerle. Le agradezco su amable atención en el stand y su explicación breve sobre la temática del libro que me ofrecía. Le confieso que comparto su gusto por el origen e historia de las palabras y expresiones de la lengua, a pesar de que soy ingeniero civil-pululan los colegas que no le otorgan mucha importancia al idioma, y no se interesan en la redacción u ortografía y mucho menos en todas las «vueltas y revueltas» por las que tuvo que atravesar una palabra para alcanzar su uso y sentido actual- y además, me doy mi espacio y tiempo para ahondar un poquito en la lengua castellana y las variantes propias que se manejan en América Latina (regionalismos, modismos, anglicismos, etc.). Por lo pronto, el librito (utilizo el diminutivo con connotación afectuosa, mas no peyorativa) «luce» prometedor, y me gustaría compartirle mi humilde opinión después de haberlo leído.
Saludos Sr. Arturo!
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Gracias, y por supuesto que leeré con interés tu opinión sobre Cápsulas de lengua. Saludos afectuosos.
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Excelente explicación. Muchas felicidades por tu labor. Atte: Neolaredense radicado en Monterrey desde hace 20 años.
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