En el futbol también juegan las palabras… con sus historias (1er. Tiempo)

 

Por Arturo Ortega Morán

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Dicen que el interés tiene pies, y sí, pero también tiene boca porque, si de algo nos gusta hablar, es de aquello que nos apasiona. Del futbol, que es pasión de muchos, se habla y se escribe a diario desde hace ya muchos años, esto ha dejado que voces viejas hoy vistan significados nuevos que son propios de este deporte. Esto da pie para dejar que las palabras jueguen en el futbol con sus historias:

Futbol: Poco conocido es que, en origen,  foot-ball era la pelota con la que se jugaba a pegarle con el pie. Primero se hacían de vejigas de animales y ya mucho después de caucho forrado de cuero.  El nombre se formó del inglés foot ‘pie’ y ball ‘pelota’, que proceden de antiguas raíces indoeuropeas: de *pod que significaba ´pie´, en griego surgió pous, en latín pedes y en inglés foot, todas conservando el significado de ´pie´; y de *beu ,que significaba ´hinchar´, derivaron en inglés ball y en castellano bola y balón. Fue hasta el siglo XIX que la pelota pasó a nombrar al deporte, que desde entonces se llama foot-ball y  en español futbol o fútbol, el acento depende de la región en la que se habla.

Cancerbero: Con este nombre algunos comentaristas se refieren a los porteros cuya tarea es justo cuidar la puerta o portería. El cancerbero es un monstruo mitológico cuyo nombre se forma de can (perro) y cerbero (demonio del pozo). Cuenta la leyenda que este perrito, dueño de tres cabezas con grandes fauces y temible dentadura,  tenía el trabajo de cuidar las puertas del infierno. La metáfora es buena, porque mientras los porteros cuidan su puerta para que no se metan los goles, el cancerbero cuidaba la suya para que no se le escaparan los inquilinos.

Arquero: Alguna vez te has preguntado, ¿por qué si la portería es rectangular, le dicen arco? Para explicar esta aberración geométrica, hay que buscar  en los antiguos reinos medievales, donde el arquero era el encargado de cuidar el arca real, es decir, los tesoros del rey. Por analogía, alguien de quien ya se perdido memoria, tuvo la ocurrencia de, en el futbol, llamar arquero al portero, que ´con su vida´ cuida esa valiosa arca que es la portería. Por desconocer esta historia, algunos cronistas deportivos llegaron a la sesuda conclusión de que si el portero cuida la portería, el arquero debía cuidar al arco. Por eso, a pesar de su geometría rectangular, la portería también pasó a llamarse arco.

Ariete: Otro nombre para el centro delantero, cuya misión es abrirle la puerta a los goles. En su origen, los arietes fueron armas usadas para romper puertas o paredes fortificadas. En su forma más simple, tan solo era un tronco grande y pesado con el que varias personas golpeaban las puertas de los castillos. Debido a que era costumbre labrar una cabeza de carnero en la punta, se lo llamó ariete por  arietis, palabra latina que significaba ´carnero´. Por metáfora, en el futbol, los arietes son los encargados de «romper la puerta» de los contrarios para dar entrada al balón y anotar el ansiado gol.

Gambetear: Muy espectaculares son los jugadores gambeteros, que con rápidos e intrincados movimientos de piernas evaden a sus contrarios. La palabra tiene origen en camp, una antigua raíz que encierra el concepto de curvatura. En latín se dijo camba a las piernas, como decir las corvas. De ahí, en italiano mudó la palabra a gamba y por eso una gambeta en el léxico de la danza es un movimiento que se hace con las piernas jugándolas y cruzándolas en el aire. Luego pasó al futbol para referirse a ese movimiento de piernas con el que un jugador pretende burlar al contrario.

Chanfle: Muy inquietante para los porteros es enfrentarse a un tiro con chanfle, un efecto que hace que el balón viaje en trayectoria curva. En francés antiguo, chanfraindre significaba ´tallar el canto´, término usado  en carpintería y arquitectura que consistía en matar el ángulo para dar forma curva a una orilla. Con el tiempo, la palabra francesa se acortó a chanfrein y de ahí en español se dijo chaflán, que dio origen al vulgarismo ´chanfle´ para seguir significando esa curvatura que se daba a la orilla de un mueble o alguna moldura. Después, chanfle ingresó al argot futbolero para referirse al efecto con que se patea el balón para que siga una trayectoria curva.

Ya ven, también las palabras juegan en el futbol, pero no lo hacen con una pelota, lo hacen con sus sorprendentes historias. (No te pierdas el segundo tiempo de este emocionante juego la próxima semana ).

 

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Otras historias de palabras futboleras que puedes disfrutar:

1.- Origen de la palabra Campeón

2.- ¿Por qué les decimos villamelones?

3.- ¿De dónde salió la cámara húngara?

4.- ¿Por qué Soccer?

5.- ¡Esos cachirules!… ¿De dónde salieron?

6.- ¿Fanáticos o fans?

7.- ¿Aficionado de hueso colorado?… ¿y eso qué es?

8.- Cielito lindo, esa canción que resuena en los estadios ¿es mexicana?


3 comentarios on “En el futbol también juegan las palabras… con sus historias (1er. Tiempo)”

  1. […] El curioso origen de las palabras futboleras […]

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  2. Muy interesante, don Arturo. Ya sabía del libro. Lo voy a pedir.

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  3. Pedro Urbina Guerrero dice:

    Muy pertinente en está época. Estaremos al muy al pendiente del segundo tiempo, tanto como el juego Vs Brasil. Saludos y espero nos siga ilustrando por tiempo indefinido.

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