Salir con domingo siete
Publicado: septiembre 8, 2014 Archivado en: Mundo hispanohablante 16 comentariosPor Arturo Ortega Morán
Una antigua leyenda irlandesa conocida como The Leyend of Knockgrafton –ya referida por autores del siglo XVIII– cuenta la historia de Lusmore, un pobre jorobado que vivía solitario y marginado por el horror que en los demás causaba su defecto. En una de sus solitarias caminatas por el bosque lo acarició un viento que envolvía un cántico de voces mágicas, en las que distinguió estas palabras: Da luan, da mort, da luan, da mort, da luan, da mort (que en irlandés antiguo significaba “lunes y martes, lunes y martes”); voces que se cantaban en triadas y, tras breve pausa, se repetían una y otra vez. Dotado de una habilidad musical tan innata como su joroba, Lusmore aprovechó la pausa del cántico y con fuerza entonó Agus da cadine, que en la misma lengua significa “y miércoles”, rompiendo bellamente la monotonía de aquella melodía. El coro invisible al que se unió, poco a poco se le fue mostrando y, en un momento, se vio rodeado por una multitud de hadas del bosque que le mostraron agrado por su arreglo musical.
Casi para caer la noche, el cántico de las hadas, ahora acompañadas por Lusmore, cesó, y ya para despedirse le cantaron:
“Lusmore! Lusmore!
Doubt not, nor deplore,
For the hump which you bore,
On your back is no more;
Look down on the floor,
And view it, Lusmore!
Para ser breves, como premio por su aportación lo liberaron de su horrenda joroba y con ese cantito de despedida se lo hicieron saber.
Final feliz para Lusmore, pero no fue así para Jack Madden, otro jorobado del pueblo que, al enterarse de lo que aconteció a Lusmore, se internó en el bosque en busca de las hadas. Su corazón palpitó fuerte cuando llegó a sus oídos el cántico esperado: Da luan, da mort, da luan, da mort, da luan, da mort, agus da cadine que, como ya habrá notado el agudo lector, incluía el arreglo de Lusmore.
Sin más esperar, Jack gritó con fuerza ¡agus da hena!, curiosa palabra que englobaba a dos días: “jueves y viernes”. La lógica era buena: si por agregar un día, a Lusmore lo premiaron quitándole su joroba, ¡él ahora agregaba dos, así que su recompensa debería ser superior! Lo que no tomó en cuenta el desafortunado Jack, es que a él no se le dio la gracia del sentido musical y su grito, fuera de tono y ritmo, destrozó el cántico despertando la furia de las hadas, que entonces cantaron:
Jack Madden! Jack Madden!
Your words came so bad in
The tune we feel glad in;
This castle you´re had in,
That your life we may sadden:
Here´s two humps for Jack Madden
Para no hacer el cuento largo, de esta manera las hadas le hicieron saber que, de castigo, ahora tendría que cargar con dos jorobas. ¡Vaya que jorobaron al pobre Jack
Versiones de esta historia, aparecen en diferentes regiones de Europa, indicio de la antigüedad de este rasgo cultural que, como muchos otros, se esparció con las intensas migraciones que en diferentes tiempos se dieron en este continente. La variante que nos incumbe, es la también muy antigua versión española, en la que el coro lo conforman animadas brujas que cantaban Lunes y martes y miércoles tres, y Pepito ´El Corcovado´ (jorobado) agrega el armonioso complemento jueves y viernes y sábado seis, con el beneplácito de las brujas que, de premio, lo liberan de su joroba. En esta historia el desafortunado es Cirilo, otro jorobado que busca la misma suerte que Pepito y, ya en el bosque, cuando las brujas cantan: Lunes y martes y miércoles tres, jueves y viernes y sábado seis, grita a todo pulmón “¡Domingo siete!”, rompiendo ritmo y melodía, por lo que las fúricas brujas lo castigan colgándole otra joroba.
El caso es que, de este ancestral cuentito, en nuestra lengua quedó que cuando alguien sale con un comentario fuera de contexto, de él digamos que salió con su domingo siete; en México fuimos más allá y la frase también la aplicamos para referirnos a las muchachas que inesperadamente salen embarazadas, «¿ya supieron que Juanita salió con su domingo siete?».
Bueno, espero que la historia les haya gustado, no me pude resistir a yo también salir con este domingo siete y si no les gustó, no hay que ser… no me vayan a jorobar.
***
Punto y aparte, los invito a «ojear y hojear» los libros electrónicos que ya pueden adquirir enAMAZON y en GOOGLEPLAY . Saludos afectuosos a todos.
¡Qué bonito! Y oportuno, don Arturo, me alegra el día. Muchas gracias.
Me gustaMe gusta
Gracias a ti amigo Gínder, un abrazo hasta aquellas hermosas tierras yucatecas 🙂
Me gustaMe gusta
muy bueno, alguna vez has escrito sobre la frase «de aquí pal real»
Me gustaMe gusta
No, pero está interesante y lo tomo en cuenta para un futuro artículo. Saludos 🙂
Me gustaMe gusta
Me encanto, gracias 🙂
Me gustaMe gusta
Gracias a ti Diana… saludos cordiales 🙂
Me gustaMe gusta
Hola Sr. Arturo Ortega, quiero comprar el libro impreso de «Capsulas de Lengua». ¿Cuanto y como le hago? Envio al DF C.P 06600. Saludos!
Me gustaMe gusta
Gracias por su interés Marco, ¿podría escribirme a harktos@yahoo.com para darle detalles de cómo adquirir el libro Cápsulas de Lengua?… Saludos.
Me gustaMe gusta
Saludos, y muchas gracias por el «Domingo Siete». Buena contribución , para despejar dudas sobre este dicho.
Me gustaMe gusta
Gracias 🙂
Me gustaMe gusta
Excelente, como siempre. Su amor y gusto por las palabras se contagia.
Me gustaMe gusta
Gracias por tu amable comentario Elizabeth, Saludos afectuosos 🙂
Me gustaMe gusta
Excelente relato y muy oportuno ya que este mes de Septiembre nos salió con su domingo siete. Muchas gracias por tus escritos!
Me gustaMe gusta
Gracias a ti Oscar, saludos afectuosos.
Me gustaMe gusta
Y supongo que la respuesta de Jack fue «no joroben». Y de ahí salió esta frase, ¿verdad?
Olvidándome de los chistes malos, felicidades por un artículo tan interesante.
Me gustaMe gusta
Reblogueó esto en BITTERSWEET MANy comentado:
UNA MAS!!!
Me gustaMe gusta