La era

Por Arturo Ortega Morán

A este espacio que ya ha olvidado su propósito, lo llaman  la era, extraño nombre que nos reta a encontrar su origen.

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La era de la extinta hacienda de La Presa en San Luis Potosí, México

Poco queda de lo que fue la casa grande de la hacienda de La Presa, sus restos yacen en un lugar perdido en el altiplano potosino, muy cerca de la ciudad de Matehuala. Hace mucho que los amplios techos se rindieron al tiempo y han desaparecido. No así los gruesos muros que, cual gigantes maltrechos, aún siguen en pie, evocando las glorias del pasado. Casi intacto, a pocos metros de las ruinas de la casona, sobrevive un espacio plano y circular cuyo diámetro se aproxima a los diez metros y está rodeado por un muro cuya altura apenas nos llega a la cintura. A este espacio, que ya ha olvidado su propósito, lo llaman…  la era. ¿Era?, extraño nombre que nos reta a encontrar su origen.

Desde inmemorables tiempos, los hombres aprendieron a cultivar los granos que les servían de alimento. Los romanos los llamaron cerealis (de *ker=crecer) y a la diosa a quien rogaban por una buena cosecha la nombraron Ceres, nombre que para perpetuarse se escondió en la palabra cerveza, .

El ciclo agrícola iniciaba con la preparación de la tierra, y ya lista se hacía la siembra (del latín seminare=esparcir la semilla) y dándole tiempo al tiempo, con la gracia de la naturaleza, o de Ceres dirían los romanos, las plantas crecían y  llegaba el momento de la siega (de secare=cortar). Luego seguía la trilla, palabra que viene del latín tribulare que significa ´estrujar, machacar´ y por eso cuando en nuestro ánimo nos sentimos así: estrujados y machacados, decimos que estamos atribulados. La trilla consiste en separar el grano de la paja y para hacer esta tarea, se necesitaba un espacio libre de hierba para colocar las mieses para estrujarlas, machacarlas, sacudirlas y así poder separar el grano del rastrojo. A este espacio los romanos lo llamaron ârea.

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Ruinas de la casa grande de la extinta hacienda de La Presa

La palabra área tiene origen en la voz latina âreo cuyo sentido es ´estar seco´, de la misma raíz que árido y arder.  El significado original de la palabra quedó registrado en la obra De Lingua Latina, de Marco Terencio Varrón, contemporáneo del emperador Julio César. En una parte escribió:

Ubi frumenta secta, ut terantur arescunt, area

Que puede traducirse como:

El área es donde el trigo segado se seca para ser trillado.

Con el tiempo, la voz área pasó a nombrar a cualquier terreno despejado y luego, en castellano, también se convirtió en unidad de medida (100 metros cuadrados).  Pero en su significado original,  terreno circular para secar  las mieses y luego trillarlas,  la pronunciación de mil bocas peninsulares fue deformando la palabra: de área pasó a ser aria, y luego aira, para finalmente quedar en era.

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Frente a las ruinas de la casa grande, en  la exhacienda de La Presa, sobrevive un espacio circular rodeado por un muro enano que ya ha olvidado su propósito, hoy los pocos niños que ahí habitan lo usan para sus juegos. Lo llaman la era… ahora ya sabemos por qué.