Palabras en FA

Por Arturo Ortega Morán

Antes de que lo pienses… no, no nos referimos a la nota musical. Más bien hablamos de FA, una sílaba en la que identificamos a una prolífica raíz que encierra el concepto de hablar y que ha dado origen a muchas de nuestras palabras. En latín el verbo era fablar; en castellano enmudecimos a la efe inicial y así nació nuestro verbo hablar.

De la familia, tenemos a la palabra fama;  voz que en su origen encerraba la idea de “hablar de algo”, así que alguien famoso era y es aquel “de quien la gente habla”.  Aunque se puede tener buena  o mala fama, la palabra se cargó principalmente hacia el lado positivo. Es decir, tener fama se entiende por ser conocido y con una buena reputación ante la sociedad. Por eso, de quien cometía un acto deshonroso, se dijo que era un infame, palabra que incluye el prefijo privativo  in. O sea que literalmente, infame es el que no tiene fama, digamos, el que no tiene buena reputación y no le importa cometer infamias.

La raíz FA, la encontramos también en la voz infante, que para nosotros significa niño . Esta palabra viene del latín infans que literalmente significa “el que no habla” pero también  “el que habla mal”. En Roma, un infante era un pequeño que aún no podía expresarse adecuadamente, o también lo era un mudo e inclusive decían así a un mal orador.

La Infanta Margarita

En los antiguos reinos españoles, cuando nacía el primogénito del rey, al pequeño se le nombraba infante primogénito heredero. Abreviando este rimbombante título, con el tiempo simplemente se les dijo infantes. Curiosamente, para el siglo XIV al primogénito lo llamaron príncipe, palabra que por cierto se compone de primum (primero)y capere (tomar), o sea que príncipe es el primero en tomarse en cuenta para heredar el trono.  Por esta suerte, los infantes o infantas si eran niñas, pasaron a ser el resto de los hijos del rey; convirtiéndose además en título de nobleza.

Aunque en la sociedad romana los infantes eran los niños de hasta siete años; la palabra se usaba  para designar a los soldados jóvenes (así como nosotros hablamos de los niños héroes, aunque ya no eran tan niños); y como normalmente estos jovencitos eran los que no alcanzaban caballo en los ejércitos, la palabra infante tomó el sentido de “Soldado de a pie”, y de ahí a este grupo se le llamó infantería.

Un antecedente del verbo latino fablar, fue fabulor; que no desapareció del todo, aunque limitó su significado a: conversar, narrar, contar una historia. De ahí nació la palabra fábula que en su origen bien podía significar rumor, cuento, chisme  o historia que se contaba. Poco a poco, fue especializando su significado y ahora la entendemos como un cuentito en el que los personajes son animales y terminan con una moraleja. Como reminiscencia de usos antiguos, nos quedó la palabra fabuloso, que se refiere a algo asombroso, maravilloso, digno de ser contado.

Del latín infants (niño) en italiano nació la voz fante. De ahí, a un tipo de muñeco o marioneta lo llamaron fantoccio; y en francés se dijo fantoche. En castellanousamos fantoche para nombrar a personas necias y presumidas. A propósito de italiano, ahí también, de fante, nació la palabra fanciullo (diminutivo familiar de niño). La palabra se acortó y luego se dijo ciullo, de dónde nació nuestra palabra chulo, en castellano tomó otros significados como picaresco e incluso rufián; pero se mantiene el concepto de bonito, gracioso… así como son los niños.

No cabe duda, es muy grande esta familia de palabras, podríamos hablar de todas pero… esto ya dejaría de ser una cápsula de lengua; mejor ahí la dejamos y ya habrá ocasión de fablar de más palabras en FA.